Bendito tiempo cuando nuestras mayores preocupaciones coincidían con los horarios de llegada a la casa o si me darán o no permiso para ir a jugar. Hacer la tarea temprano y como recompensa el juego.

La interacción social infantil se dibuja en el compartir de gustos, juguetes y esos aparatos que la tecnología nos ha ido regalando. En los últimos tiempos hasta los niños se han vuelto sedentarios, confinados muchas veces a espacios internos, bien porque los juegos electrónicos acaparan su atención, por inseguridad o porque no hay un parque cercano.

Pero la necesidad de movimiento natural de los niños ha creado sistemas de intercambio social que trascienden épocas, modas y hasta países. Algunos juguetes ya en peligro de extinción, en Venezuela son parte del imaginario popular que nos identifica y apega a lo nacional. Coloridos instrumentos que sirven para divertirse y que, sobre todo en épocas de Carnaval y Semana Santa, los veremos en los respectivos decomisos en clases, cuando alguna perinola se escape del morral impaciente por el próximo duelo.

De diversos materiales y tristemente cada vez más escasos, los juguetes tradicionales nuestros, invitan a su construcción artesanal en una oportunidad de encuentro familiar o social. Lo más valioso tiene que ver con el desarrollo del juego en conjunto, la sana competencia y el estímulo a la creatividad e imaginación.

Quizás un poco más vigentes que los mismos juguetes, durante los recreos del colegio es muy probable escuchar los gritos propios de esas dinámicas que propician la actividad física en sus más exigentes expresiones.

El Cacique Guaicaipuro
Dicen que “juegos de manos son de villanos”, sin embargo, un clásico también femenino es el juego de choque de manos en diversas canciones que pasan de generación en generación.

“El Cacique Guaicaipuro puro puro,
ha matado a su mujer jer jer,
porque no le dio dinero nero nero
para irse en el tren tren tren.
En el tren había un vieja vieja vieja
que tenía un lorito rito rito
y el lorito iba diciendo ciendo ciendo,
viva España Venezuela y viva yo también,
Viva España Venezuela y viva yo también”

Todo esto se canta mientras se van chocando las manos entre dos niñas, en una seguidilla recurrente y que requiere de buena concentración para coordinar los movimientos mientras se canta. Existen otras canciones y diferentes secuencias de choque de manos.

La ere
Se escoge del grupo a quien representará a la Ere que correrá hasta atrapar a quien los sustituya en la siguiente ronda. Los jugadores libres podrán mantenerse a salvo al tocar las taimas que se designan en columnas o árboles. Existen muchas derivaciones como la Ere Paralizada o la Ere de colores; si la Ere toca a un jugador, deberá quedar paralizado y una vez que haya tocado al último jugador, se liberará del castigo de ser la Ere. La de colores es una variante de la paralizada, usando colores para detener y librarse.

La gallinita ciega
Se escoge a un jugador que será la gallinita ciega y se le tapan los ojos con un pañuelo. Se le dan vueltas hasta marearlo un poco y al soltarlo, el resto de los participantes corre alrededor de la Gallinita ciega llamándola y haciendo que ella los persiga. Cuando logra tocar a algún jugador, éste pasa a ser la Gallinita ciega.

Cero contra por cero
Lo juegan al menos 5 personas, normalmente los niños más grandes. Uno de ellos se inclinará como en posición fetal pero de pie y los demás jugadores deberán gritar mientras saltan por encima de su espalda: “cero contra por cero, uno la edad de bruno, dos pataclós, tres al revés”… y así continúan, hasta que quien al tratar de hacer la rima del número no lo logre o no pueda saltar y al perder, tomará el lugar del inclinado.

Salto de la cuerda
Parte de los juegos femeninos, la competencia de la cuerda se traza en la búsqueda de quien logre hacer más saltos a una cuerda que debe ajustarse al tamaño del saltador, sin enredarse. El juego de la liga se hace amarrando una cinta elástica delgada que se ata en un extremo, para formar un círculo que se estirará y se colocará en los tobillos de dos jugadores, parados uno frente a otro. Quienes permanecerán con la liga puesta y sus pies paralelos con una abertura de unos 20 a 30 centímetros, así formarán dos ligas paralelas. Un tercer participante saltará entre ellas con los pies sincronizados de forma paralela haciendo que quede entre sus piernas una liga a la vez. Mientras salta canta: “Chicle, chicle, americano, me cierro, me abro, me giro y me salgo”, en la medida que hace este ciclo declamado, mientras salta, la liga irá subiendo por las piernas de las jugadoras que las aguantan. Una variante incluye dos o más saltadores de manera simultánea.

Tonga
Se juega con dos grupos de la misma cantidad de personas, se apoya un primer jugador contra una pared y a partir de allí, se hace una fila como una especie de tren pero todos inclinados. Los jugadores del otro equipo deberán saltar gritando “Tonga” intentando llegar lo más cerca de la pared y así seguirá el resto del equipo sobre la fila. La idea es permanecer sobre los jugadores del otro equipo el mayor tiempo posible.

Piedra papel o tijera
Un juego predilecto para eliminatorias o selección de participantes de otros juegos, Piedra, papel o tijera es sin duda uno de los clásicos más extendidos en el mundo. Dos o más jugadores declaman la frase “Piedra, papel o tijera, un, dos, tres” y muestran en su puño la representación de uno de los tres elementos. Cada uno de ellos puede eliminar al otro y quien saque el elemento más débil, queda eliminado. La resistencia de cada uno es la siguiente: Piedra mata tijera, papel envuelve (mata) a piedra y tijera corta (mata) a papel.