El ejercicio es uno de los aspectos más importantes cuando estamos tratando de bajar de peso o para mantener un buen estado físico. Para la mayor parte de las mujeres es difícil sostener una rutina de ejercicios. Y por supuesto, la parte más dura es decidirse y hacerlo.

En la víspera de la menopausia la mujer enfrenta múltiples cambios hormonales que, junto al proceso de envejecimiento, conllevan a un decrecimiento de las capacidades físicas como: fuerza, equilibrio, tiempo de reacción, etc.

Este proceso se ve agravado si reduce la práctica de actividad física, lo que produce a su vez un aumento de las dificultades para llevar a cabo las tareas cotidianas.

Tener hijos o una familia mantiene a las madres bastante ocupadas y la mayoría de las veces, se va entrando en un estado de abandono físico o sedentarismo. La pérdida de la capacidad funcional en muchos casos es el resultado de la falta de motivación para moverse, adoptando un estilo de vida sedentario.

Rigidez torácica, mayor acumulación de grasa, vicios posturales acentuados, problemas cardiovasculares, enfermedades consecuentes del envejecimiento como la hipertensión, arteriosclerosis o diabetes, son algunas de las consecuencias que derivan del paso de los años y la pasividad física.

Encontrar el momento más idóneo para comenzar el acondicionamiento físico es una decisión que sólo depende de ti misma, de tus deseos de cambio y estilo de vida.

En las últimas décadas han cambiado mucho las prescripciones de ejercicio en personas adultas y de edad avanzada. Los cuerpos bien entonados y firmes son característicos de la mujer joven. Sin embargo, si hacemos ejercicios con pesas estamos extendiendo la juventud y combatiendo la obesidad.

El acondicionamiento físico en la mujer después de ser madre, debe contener rutinas con pesas, enfocándose principalmente en el desarrollo de la masa muscular: la tonificación y la definición muscular. De esta forma se quema más grasa y se adelgaza más fácilmente.

Asimismo se previene la osteoporosis, se acelera el metabolismo, mejora la postura, se logra incrementar la energía y fuerza. Además equilibra los ánimos, alejando la depresión y controlando el estrés, todo esto de la mano y de forma conjunta, con rutinas de cardio o ejercicios aeróbicos y de flexibilidad.

Hay varios nombres para este tipo de ejercicios: circuit training, strenght training y weight training. Son básicamente lo mismo: usar pesas ya sea en máquinas, barras, pesas sueltas o el peso del cuerpo.
En todo caso, siempre que se ha de tomar la decisión de comenzar con un plan de ejercicios que se puede hacer ya sea desde casa o desde el gimnasio. Hacerlo en la comodidad de tu hogar, requerirá comprar algunas pesas y, probablemente, una banca plana para ejercicios.

Generalmente las rutinas se comienzan con 1 ó 2 series de cada ejercicio. Una serie consiste de 8 a 15 repeticiones del mismo ejercicio. Durante el ejercicio hay que seguir las instrucciones para obtener máximo beneficio. Un ejercicio mal hecho es pérdida de tiempo. Lo importante en el levantamiento de pesas es hacer los ejercicios bien, no hacer una gran cantidad o por un periodo largo de tiempo.

El punto de fatiga es lo bueno
No te preocupes por el peso alzado: estará determinado por el estado físico de cada persona, siempre basado en el esfuerzo necesario para hacer un ejercicio completo. A medida que se avanza, se aumenta el peso. Es importante variar los ejercicios para obtener mejores beneficios y resultados, ya que, luego de un periodo realizando los mismos movimientos, el cuerpo se adapta a la rutina y ésta deja de ser tan efectiva como debería.