El modelo de padre o papá, con abdomen prominente o sobredimensionado es propio del sedentarismo y la vida acelerada. Una de las zonas del cuerpo que a los caballeros más les interesa tener perfecta es la de los músculos abdominales.

El abultamiento abdominal o aquella barriga indeseable es fuente de enormes dolores de cabeza para cualquier sujeto. La Asociación Mundial Del Corazón confirma que muchos estudios científicos relacionan un perímetro mayor a 90 centímetros en hombres con enfermedades como: diabetes, hipertensión arterial y problemas cardíacos.

Nunca es tarde a la hora de tomar conciencia. Si consideras que precisas disminuir ese “problema” comienza ya a tomar cartas en el asunto. El primer y principal factor a ser considerado es la forma como te alimentas, por tal motivo, evita los snack o estar picando todo el día, programa tus meriendas. Una forma de alimentación errada te hará ganar sobrepeso sin darte cuenta.

Y tener presente que los extremos siempre son malos; a tal efecto, comer pocas veces al día también resulta perjudicial, contribuye al aumento de la barriguita y el ocultamiento de los deseados cuadritos abdominales. Pasar muchas horas sin comer provoca que ingiramos mayor cantidad de comida cuando al fin comemos, desencadenando un aumento del volumen del estómago. Lo correcto es disminuir el tamaño de las ingestas y aumentar su frecuencia.

Por otra parte, el exceso de líquidos durante las comidas diluye los jugos gástricos, propiciando el estancamiento de los alimentos en el estómago y el duodeno. El resultado son gases y dilatación del abdomen.

Come más veces, pero diferente
Otra de las recomendaciones tiene que ver con el mal hábito de comer rápido, ya que, perjudica el proceso digestivo. Ten presente que masticar varias veces es importantísimo en el proceso de disminución de la barriga, se recomienda de 15 a 25 veces. Cuanto más mastiques, menor es el trabajo de la digestión.

Cuida la ingesta excesiva de sal, ya que, está constituida de sodio y la demasía de esta sustancia provoca la retención de líquidos e hinchazón corpórea. Evita el consumo de aceitunas, anchoas, comidas saladas, ahumados y embutidos (salami, jamón y tocino), pepinillos, carne seca, quesos salados y exceso de condimentos.

Habrás notado que gran parte de las miradas siempre se concentran en los abdominales. Es cierto, también se presta atención a los pectorales y a los brazos, pero los músculos del abdomen son los que se llevan la mayor parte de la atención. Por lo tanto, si los músculos de esa zona se encuentran especialmente débiles o tienen algún tipo de problema, esto repercute en el resto de la estructura, pudiendo causar diferentes tipos de problemas físicos, de postura, dolores o dificultar algunos movimientos.

Una caricia a esa barriguita
Como podemos ver, no estamos hablando ya de una cuestión puramente estética, como podía parecer en un principio, sino que hay una sensible carga de salud y bienestar que la acompaña y que tiene que servir como el mayor aliciente para querer dedicar todo el esfuerzo necesario a tener unos abdominales en perfecta forma.

En conclusión si existe una alimentación balanceada y la planificación de una rutina de ejercicios llevada a cabo con dedicación y de la forma correcta (en cuanto a cantidad de repeticiones, número de series, tipos de ejercicios), sin lugar a dudas, vas a tener los efectos que está deseando. Por supuesto, en el proceso puede llegar a sentir desilusión, pero no  se desmoralice y tenga paciencia, lo importante es obtener el máximo de lo que nuestro cuerpo o predisposición genética nos permitan y aprender a vivir con una conducta apropiada y sana.