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Doce pasos para simplificar tu vida
Fuente: Revista Cosas
Por Wayne Dyer 1. Ordena tu vida Sentirás una gran oleada de inspiración cuando te deshagas de cosas que ya no te son útiles. Regala las cosas que llevas uno o dos años sin utilizar. Regala esos archivadores viejos que ocupan espacio y que casi nunca usas. Dona juguetes, herramientas, libros, bicicletas y platos que no utilices, a instituciones de caridad. Elimina todo aquello que te despierte el deseo de adquirir objetos que contribuyan a una vida desordenada. Mientras menos posesiones necesites asegurar, cuidar, desempolvar, organizar y mover, más próximo estarás a escuchar el llamado de la inspiración. 2. Elimina de tu agenda actividades y obligaciones innecesarias o indeseables Si no estás preparado para el Espíritu, lo más probable es que no sientas el resplandor de la inspiración. Dios estará a tu lado, te enviará la orientación y las personas que necesitas; pero si estás completamente ocupado, te perderás de esos regalos que pueden transformar tu vida. Así que dile no a las exigencias excesivas y no te sientas culpable de inyectar una dosis de tiempo libre a tu rutina diaria. 3. Asegúrate de que tu tiempo libre sea libre Ten cuidado con esas invitaciones que pueden mantenerte en la cúspide de la pirámide social, pero que te impiden acceso a una inspiración gozosa. Si los cócteles, reuniones sociales, los eventos para recaudar fondos e incluso charlar y beber con los amigos no es la forma en que quieres pasar tu tiempo libre, no lo hagas. Rechaza las invitaciones que no activen sensaciones de inspiración. Creo que pasar una tarde leyendo o escribiendo cartas, viendo una película con un ser querido, cenar con mis hijos o hacer ejercicio, es más inspirador que asistir a un evento en el que suelen abundar conversaciones inútiles. He aprendido a rechazar esos eventos sin tener que disculparme y eso me ha permitido tener más momentos de inspiración. 4. Saca tiempo para la meditación y el yoga Por lo menos 20 minutos diarios, siéntate en silencio y establece un contacto consciente con Dios. Escribí un libro sobre este tema, Cayendo al abismo, así que no me extenderé más. Sin embargo, diré que he recibido miles de mensajes de personas de todo el mundo en los que me expresaron su agradecimiento por haber aprendido a simplificar su vida cuando comenzaron a meditar. Te invito a que busques un centro de yoga cerca de tu casa y comiences a practicarlo con regularidad. Las recompensas son maravillosas: te sentirás menos estresado y más saludable e inspirado por todo lo que podrás hacer con y por tu cuerpo en muy poco tiempo. 5. Regresa a la sencillez de la naturaleza No hay nada que sea más inspirador que la naturaleza. La fantasía de regresar a una vida menos tumultuosa casi siempre implica vivir en el esplendor de las montañas, los bosques o de un valle, en una isla, cerca al mar o al lado de un lago. Tu deseo de simplificar y de sentirte inspirado es impulsado por el deseo de ser tu “yo” natural, es decir, la naturaleza de tu yo. Así que camina o acampa en el bosque; nada en un río, lago o en el mar; siéntate frente a una fogata, monta a caballo o esquía en la nieve. Esto no significa que tengas que darte unas vacaciones largas ni planearlas con meses de anterioridad: no importa dónde vivas, a pocas horas siempre habrá un parque, campamento o sendero que te permitirá disfrutar de la sensación de estar conectado con todo el Universo. 6. Marca distancia entre tú y tus críticos Decide alinearte con personas que también quieran encontrar una inspiración simplificada. Dales una bendición silenciosa a quienes andan buscando defectos o son amigos de las confrontaciones y apártate de su energía tan rápido como sea posible. Simplificarás tu vida, enormemente, si no tienes que justificarte ante nadie y si recibes apoyo en vez de críticas. No tienes por qué soportar las críticas; agradece con amabilidad y promete pensar en lo que te digan, pues representa un conflicto que no te permitirá sentirte inspirado. 7. Saca un tiempo para tu salud Recuerda que el mayor problema de salud en nuestra sociedad parece ser la obesidad. ¿Cómo puedes sentirte inspirado y vivir con sencillez si consumes cantidades excesivas de alimentos y no haces el ejercicio que tu cuerpo te pide? Recuerda que tu cuerpo es el templo sagrado donde vives durante esta vida, así que saca un poco de tiempo cada día y haz ejercicio. Si sólo puedes darle una vuelta a la manzana, simplemente hazlo. De igual manera, incorpora a tu consciencia las palabras control de porciones: ¡tu estómago tiene el tamaño de un puño, no de una pala! Respeta tu templo sagrado ¡haz ejercicio y come con moderación! 8. ¡Juega, juega! Simplificarás tu vida y te sentirás inspirado si aprendes a jugar en vez de trabajar. Me encanta estar rodeado de niños porque me inspiran con sus risas y su frivolidad. Muchos adultos me han dicho: “Wayne, no has madurado: siempre estás jugando”. ¡Esto es algo que me enorgullece profundamente! Juego cuando hablo en el escenario y juego mientras escribo ahora. 9. Disminuye el ritmo Una de las observaciones más iluminadoras de Gandhi nos recuerda que “la vida es algo más que aumentar el ritmo”. Este es un gran consejo para simplificar tu vida; disminuye el ritmo de todas tus actividades durante un momento, aquí y ahora. Lee estas palabras lentamente. Desacelera tu respiración para que seas consciente de cada inhalación y exhalación... Cuando vayas en tu auto, disminuye la velocidad y relájate. Desacelera tu forma de hablar, tus pensamientos y el ritmo frenético de todo lo que haces. Dedica más tiempo a escuchar a los demás; sé consciente de tu inclinación a interrumpir y a dar por terminadas las conversaciones y opta más bien por escuchar. Detente y aprecia las estrellas en una noche despejada o las formas de las nubes en un día gris. Siéntate en un centro comercial y observa cómo todas las personas parecen ir deprisa y sin rumbo alguno. 10. Haz todo lo posible para evitar las deudas Recuerda que estás intentando simplificar tu vida, así que no necesitas comprar objetos que la complicarán y la trastornarán. Si no puedes adquirirlos, olvídate de ellos hasta que puedas hacerlo; al contraer deudas, sólo agregas más capas de ansiedad a tu vida. Esa ansiedad te alejará de la paz que es el lugar donde te encuentras cuando estás en Espíritu. Si tienes que trabajar más para pagar deudas, disfrutarás menos de tu vida actual; en consecuencia, estarás más lejos de la paz y la alegría, que son los símbolos de la inspiración. Te sentirás mucho mejor y disfrutarás más si tienes menos en vez de contraer deudas que no te darán paz y tranquilidad, sino estrés y ansiedad. Y recuerda: el dinero que posees sólo es energía, así que niégate a conectarte con un sistema energético que no es real. 11. Olvídate del valor efectivo Procuro no pensar frecuentemente en el dinero, pues he observado que las personas que lo hacen no piensan en casi nada más. Entonces, haz lo que tu corazón te diga que es lo que te hace feliz, en vez de pensar si será rentable o no. No te niegues a los placeres de la vida por razones monetarias; no determines tus compras por el hecho de obtener un descuento y no te prives de sentir alegría porque no te hicieron una rebaja. Deja de ponerle una etiqueta con precio a todo lo que tienes y haces: a fin de cuentas, en el mundo del Espíritu no hay etiquetas con precios. No hagas del dinero el centro de todo lo que tengas o hagas; más bien, descubre el valor inherente a todas las cosas. 12. Acuérdate de tu Espíritu Si la vida te parece muy compleja, rápida, desordenada, frenética o difícil, acuérdate de tu propio Espíritu. Estás encaminado a la inspiración, un lugar sencillo y pacífico en donde estás en armonía con la sincronización perfecta de toda la Creación. Viaja mentalmente allí y detente con frecuencia para recordar lo que realmente quieres.
Artículo publicado Revista Cosas de Unicasa Edición N° 83 Año 2013 |
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