Hábitos saludables para tus niños

Fuente: Revista Cosas
Casi cualquier desperfecto de la vida humana comienza en la infancia y a través del ejemplo. Por eso, enseñarles a alimentarse bien, incluye algo de conocimiento. En este sentido, motivarles a conocer platos nutritivos y sabrosos, porciones, horarios y estimular mucho el ejercicio, se convierte en una tarea en familia. Siempre será un gran trabajo para los padres, elaborar una lonchera de calidad y provocativa, pero es crucial. 

Pocos años atrás no había preocupación por el peso saludable en los niños. Por suerte, esa idea equivocada cambió totalmente y la pregunta que nos hacen con frecuencia los padres, es si a un niño con sobrepeso u obesidad se le puede poner a “dieta” y la respuesta en la mayoría de los casos es no. El camino con ellos, a diferencia del adulto, es que tan pronto veamos que tiene tendencia a ganar peso, debemos comenzar a estimularlo para que mejore sus hábitos de alimentación, a través de la educación y la actividad física.

La manera de introducir esos cambios es comenzar por modificar los hábitos de los padres, pues en muchos casos, sus prácticas inadecuadas de alimentación son copiadas y mantenidas hasta la adultez. Ellos deben prestarles atención a sus niños para que coman correctamente, ya que, en caso contrario crecerán con costumbres indeseables que acarrearán hasta la adultez, con tendencia a padecer enfermedades como la diabetes, hipertensión, etc. 

Lo básico que todo niño debe aprender, previo al cálculo de un plan de alimentación individual, por ejemplo, es masticar adecuadamente, lentamente y junto al grupo familiar, sin elementos distractores como la televisión. Fijar horarios de comida (cada 3 ó 4 horas); hacer un buen desayuno antes de ir al colegio; tomar meriendas entre comidas a base de frutas y yogurt o leche descremada; evitar frituras y embutidos como jamón endiablado, salchichón, morcilla, chorizo y agregado de los alimentos como azúcar, miel o papelón.

¿Cómo les enseño a comer bien?
Niños y adolescentes necesitan suficientes nutrientes para crecer físicamente y desarrollarse, mentalmente, en forma adecuada, pero el aporte de calorías no debe ser mayor al que necesita, porque puede llevar a un aumento de peso nada saludable. Los siguientes consejos pueden ayudar a encontrar el punto de equilibrio:

Lo básico: un peso saludable empieza al brindarle a los niños comidas y meriendas con variedad de alimentos nutritivos y motivarlos a la actividad física diaria.

Que se auto-regule desde el principio: los niños pequeños y adolescentes saben interpretar lo que les dice su cuerpo y cuándo comieron suficiente. Déjelos decidir si quieren más o si ya están satisfechos. Esto sienta las bases para adquirir hábitos saludables de comida para toda la vida.

Evite peleas por la comida: no les insista en dejar el plato limpio ni les prohíba comer galletas o dulces, porque sólo logrará que los quieran más. En su lugar, puede ofrecerles cosas nutritivas como yogurt con galletas o cereal con leche y frutas.

Motíveles porciones adecuadas: recorte calorías adicionales de las grasas y azúcares, sirviéndoles carnes magras (bajas en grasa), productos lácteos bajos en grasa y versiones sin azúcar de productos como yogurt y jugos.

El camino correcto: el objetivo de comer saludable debe ser sentirse bien y no sólo lograr un peso ideal. No concentrarse mucho en el peso, explíqueles que la buena comida y la actividad física los ayudará a ser fuertes y tener energía. Haga comentarios positivos como “escoge una fruta como merienda” o “sal a jugar al parque y ves televisión más tarde”.

Fomente la imagen corporal saludable: niños y adolescentes son de tallas y contexturas diferentes y es normal que sus cuerpos cambien a medida que crecen. Asegúreles que no hay una talla “perfecta” y que los quiere tal como son. Para desarrollar la confianza en sí mismos y su autoestima, hágales notar sus talentos especiales en otros aspectos de la vida diaria. 

Incorpore hábitos saludables a su familia: trabajen en equipo para planificar las comidas, hacer las compras, cocinar, limpiar la casa y arreglar el jardín. Esas actividades les ayudan a adquirir valiosas destrezas y a usted le dan la oportunidad de lucirse dando el ejemplo. Diviértanse saliendo a caminar, nadar o jugando juntos.

Ejemplo positivo: disfrute de llevar una alimentación saludable y del ejercicio. Recuerde que es el momento para cultivar en sus niños la buena calidad de vida.

Artículo publicado
Revista Cosas de Unicasa
Edición N° 83
Año 2013

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